Un recordatorio en tiempo de pandemia

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Un recordatorio en tiempo de pandemia
Un recordatorio en tiempo de pandemia

 

Empezaba el año 2020, todos teníamos nuestras expectativas de un año nuevo, estábamos emocionados por los eventos próximos, por las nuevas metas establecidas, por nuevos planes en nuestros ministerios hasta que llegó un tiempo complicado de pandemia. Sin duda algo sumamente inesperado que provocó algo a lo que no estábamos acostumbrados: Que todos los planes cambiaran o se detuvieran por completo.

Aunque en las diferentes partes del mundo una misma situación se vivió de diferentes maneras, la realidad es que el sentimiento en cada líder de diferentes áreas en la sociedad fue el mismo: que todos los planes se vinieron abajo.

 

Por supuesto que todos crecimos en la innovación y en adaptarnos a los cambios que tuvimos que hacer para continuar pero, a pesar de que con toda la actitud y con todo el optimismo seguimos avanzando, muy dentro de nosotros todos sabemos que el sentimiento es real y que ha estado presente.

Siendo honestos y vulnerables, la realidad es que la mayoría de los líderes de diferentes áreas pudiéramos estar de acuerdo en que hubo una frustración real ante la impotencia de no poder avanzar con lo que veníamos construyendo y a la vez una desesperación por que esta temporada termine ya y poder retomar todo lo que sabemos que Dios nos ha llamado a hacer.

 

Si es así contigo, o conoces a algún líder que ha experimentado estos sentimientos, queremos compartir un recordatorio acerca de lo que Dios dice de una temporada como la que hemos enfrentado.

 
1. Después de la prueba viene la recompensa.
1 Pedro 1.6 Así que alégrense de verdad. Les espera una alegría inmensa, aunque tienen que soportar muchas pruebas por un tiempo breve. (NTV)

Algo que vemos en diferentes versículos de la Biblia de una manera repetitiva es que siempre que hay un tiempo en el que tenemos que soportar una prueba, después viene una recompensa. 

Nunca encontraremos en la Biblia que un tiempo de espera, de paciencia o de soportar termina siendo un tiempo inútil y de tiempo desperdiciado. Si algo podemos ver en la perspectiva bíblica es que estos tiempos siempre son circunstancias óptimas que Dios usa para trabajar en nosotros y producir un fruto que tiene la capacidad de bendecir a nuestro entorno.

 

Puede ser que al principio de la pandemia sentías inestabilidad, temor o incertidumbre, y si hacemos un recuento de este tiempo reciente, no sé tú pero algo que ha sido notorio es cómo los ministerios han retomado su ritmo, su fuerza y su impacto en la ciudad para continuar la tarea que Dios nos ha mandado.

A pesar del tiempo de espera, podemos ver que Dios nos ha sostenido y que estamos pudiendo avanzar, pero con nuevos niveles de madurez.

 
2. Después de la prueba nuestro corazón crece.
2 Corintios 1.4 Él nos consuela en todas nuestras dificultades para que nosotros podamos consolar a otros. Cuando otros pasen por dificultades, podremos ofrecerles el mismo consuelo que Dios nos ha dado a nosotros. (NTV)

Otra de las cosas que muchos hemos podido desarrollar en medio de este tiempo de pandemia es la capacidad de crecer en empatía.

Esto no fue un evento que le sucedió a algunos, sino que todo el mundo entero estuvimos enfrentando una misma situación.

 

Algo que ha sido notorio es que la iglesia ha crecido en su capacidad de empatía con la sociedad que le rodea y que ha atravesado las circunstancias de la pandemia.

Queremos recordarte que el consuelo y la esperanza que hemos encontrado en Dios a través de esta temporada, tienen el propósito de que como iglesia y ministerios podamos ofrecer ese consuelo y esa esperanza que nos ha sostenido en medio de la pandemia.

 
3. Nada nunca es en vano.
1 Corintios 15:58 Por lo tanto, mis amados hermanos, permanezcan fuertes y constantes. Trabajen siempre para el Señor con entusiasmo, porque ustedes saben que nada de lo que hacen para el Señor es inútil. (NTV)

Por último, algo que debemos recordar, es que a pesar de que sintamos que quizá no vimos los resultados que esperábamos en estos últimos dos años, la realidad es que para el Señor, todo lo que hacemos tiene validez y nunca es en vano.

Él ve nuestros corazones y sabe nuestro deseo de servirle y de edificar Su iglesia. Así que esto tiene que producir el entusiasmo de saber que a la luz de la eternidad, lo que hacemos tiene valor.

 

Así que, este es nuestro recordatorio:

 

-Después de haber soportado con paciencia este tiempo de pandemia, sabemos que vendrán tiempos buenos en los que veremos mucho fruto.

-Que lo que hemos vivido nos ayudará para ser empáticos y recordar que siempre debemos compartir de la esperanza que nos ha sostenido.

-Que sin importar el logro o el avance, Dios ve los corazones de personas que le aman y que desean servirle.