¿Hacer o no lo que otras iglesias están haciendo?
En la actualidad, nuestros equipos de iglesia tienen la gran ventaja de que a través de las redes sociales podemos estar conectados con otros ministerios ya sea que estén cerca de nosotros o del otro lado del mundo. Lo útil en esto es que podemos permanecer conectados y ver lo que Dios está haciendo en diferentes ministerios. Sin embargo, inevitablemente somos expuestos a sus ideas, estrategias y creatividad que Dios les da.
La capacidad de aprender unos de los otros es sumamente útil para avanzar en la misión que tenemos como iglesia. Es por eso que el lema de Director Creativo tiene que ver con esto: «Adoramos unidos, crecemos juntos.» Creemos que no hay nada mejor que diferentes iglesias podamos ponernos de acuerdo, apoyarnos y avanzar juntos en el mismo objetivo que tenemos que es dar a conocer a Jesús.
A pesar de que en esencia el hecho de aprender juntos es algo positivo y productivo quizá te hayas sentido anteriormente frustrado contemplando la pregunta: ¿debo hacer o no lo que otras iglesias están haciendo o implementando? Es diferente contemplar lo que otros hacen a querer replicarlo. Por esa razón, en este artículo queremos compartir contigo algunas ideas que te ayudarán a tomar decisiones si te encuentras en esa situación.
1. Nunca caigas en “copiar por copiar”
Es probable que hayas visto alguna idea creativa y novedosa ser implementada en otra iglesia y que te sientas con la tentación de reproducirla en tu propia iglesia. Sin embargo, es importante que resistas a la tentación de copiar por copiar sin antes analizar qué hay en tu corazón al querer hacerlo, analizar las necesidades de tu iglesia y ver si efectivamente sería una posible solución al reto que están viviendo.
Toma en cuenta que la idea creativa que puedes observar en esta iglesia no solo fue implementada en “nombre de la creatividad”, por ser “cool” o por amor a lo novedoso sino que posiblemente lo están haciendo como respuesta a una necesidad específica del contexto en el que están viviendo.
Antes de copiar, trata de estudiar o entender la razón por la que este ministerio está implementando esta idea y evalúa si es algo que puede ser implementado en tu congregación. Después de esto, trata de pensar en el efecto que tendría en tu comunidad, qué problemas resolvería y cómo sería recibida por la gente de tu iglesia. Puede que haya ideas super buenas que en tu contexto no sean bien recibidas, no resuelvan problemáticas, sean piedra de tropiezo o simplemente no vayan de acuerdo a las prioridades del momento.
2. Resuelve necesidades, no complazcas gustos
En ocasiones puede suceder que nos sintamos atraídos o impresionados por algo que hayamos visto en redes sociales en otras iglesias y queramos implementarlo en la nuestra. Sin embargo, hay que recordar que todo lo que hacemos dentro de la iglesia tiene un propósito mayor al de satisfacer nuestro gusto personal; el propósito de glorificar a Dios.
Es importante que nos tomemos el tiempo de resolver necesidades dentro de nuestra comunidad. Toda idea creativa debe de ofrecer una solución, no solo implementarlo porque “nos gusta o está de moda”. Así es que antes de pensar en implementar algún cambio pregúntate: ¿cómo es que esta idea puede servir mejor a mi comunidad?
3. Haz lo mejor con lo que tienes.
Es común que ministerios utilices su creatividad y en ocasiones quedamos impactadas por el uso innovador que le dan a pantallas, redes sociales, escenarios, etc. Sin embargo, estos suelen ser los resultados de ministerios que no solo tienen años de experiencia sino que en ocasiones también cuentan con recursos muy por encima de los nuestros.
En muchas ocasiones, ministerios se han visto frustrados o agobiados por intentar alcanzar el nivel de producción de iglesias internacionales. En estas ocasiones podemos caer en dos tipos de situaciones: creer que no podemos hacer nada simplemente por no tener la capacidad de alcanzar ese “nivel” o bien, queramos replicarlo con una producción mucho menos que no haga lucir el efecto como quisiéramos.
Es importante que idees soluciones que estén a tu alcance, que uses aquello con lo que ya cuentas y logres sacarle el mejor provecho posible. Busca ser creativo siendo consciente de tus posibilidades y recursos. La creatividad no se verá limitada por eso.
4. Haz lo que tú sabes que hay que hacer
Por último, queremos recordarte que tu iglesia tiene una parte única en la obra de Dios, un llamado y una función específica dentro del propósito del reino. Por lo tanto, queremos invitarte a que nunca tomes decisiones ministeriales por presión, por encajar o simplemente “porque otros lo están haciendo.” Busca ser genuino en el escenario en el que estás.
Es importante que conozcas las necesidades específicas de tu iglesia, de tu equipo y ministerio. De esa manera, cuando una idea te parezca atractiva o veas que los demás lo están haciendo podrás estudiar si es óptimo implementarla en tu iglesia o no. No olvides que Dios te dio un propósito, un llamado único y específico y es necesario que todo lo que hagas siempre contribuya al llamado único que Dios te ha dado.