Dirigiendo un servicio, viviendo en adoración
Una de las frases que utilizamos comúnmente cuando nos comunicamos con nuestros equipos en tiempos de planeación, es que todo lo que hacemos es prepararnos para “dirigir un servicio de adoración“. Por supuesto que todo lo que planeamos y hacemos es para poder servir a la iglesia a través de un espacio en nuestra reunión de domingo en el que juntos a través de diferentes meDios (tiempo de alabanza , predicación, etc), podemos adorar para recordar las promesas de Dios, y expresar nuestro amor y gratitud a Él.
Por supuesto que está bien decir que nos preparamos para dirigir un servicio de adoración, sin embargo, existe una tentación muy sutil cuando lo expresamos de esta manera Y es el pensamiento que queremos compartir contigo por medio de esta entrada que esperamos que pueda ser de bendición y que pueda hacer un recordatorio para mantener una perspectiva acerca de la adoración.
Cuando vamos a la Biblia, encontraremos que el tema de la adoración es fundamental en la vida de todos aquellos que siguen a Jesús. Y no solo en el nuevo testamento sino que a lo largo de todo el antiguo testamento vemos que el tema de la adoración está íntimamente relacionado con el corazón de aquellos que tienen un encuentro con Dios.
la Biblia habla de esto como una expresión que puede suceder de diferentes maneras, podemos ver ejemplos en los que se utilizan tiempos con instrumentos musicales, podemos ver otros ejemplos en los que se expresa de una postura de reverencia como estar postrado, también vemos que personas levantaban un altar y hacían oraciones de dedicación, en fin, hay muchas maneras en las que podemos encontrar ejemplos prácticos que las personas adoraban.
Uno de los ejemplos más explícitos y que pudiéramos decir con mucha importancia es a través de la vida de Abraham.
¿Por qué es la vida de Abraham?
Porque la primera vez que la palabra adoración se menciona en la Biblia se menciona cuando Abraham está apunto de subir al monte en un acto de obediencia y fe a entregar a su hijo Isaac delante de Dios en un sacrificio.
Abraham lo dice así: “Génesis 22:5 Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros.” (RVR19960)
¿Qué habla esto a cada uno de nosotros?
Este suceso nos habla de algo realmente importante. Algo que debemos tener en cuenta es que en este momento no necesariamente hay una audiencia, ni un servicio programado, ni mucho menos instrumentos musicales.
Esto tiene que recordarnos a nosotros lo que realmente la adoración significa. Es algo mucho más allá de un horario establecido en la semana, es algo mucho más allá de una lista de canciones que hablan de las promesas de Dios, es algo mucho más allá que acciones esporádicas en nuestra agenda semanal.
Cuando usamos la expresión “vamos a dirigir un servicio de adoración“, lo sutil de lo que hablamos anteriormente es que podemos reducir o limitar la perspectiva de adoración a un momento simplemente, cuando lo que la Biblia enseña acerca de la adoración es que no es algo que hacemos, si no es la manera en la que vivimos.
Adorar tiene que ver con un estilo de vida, que por supuesto es una expresión en un servicio los domingos, en la que abrimos un espacio para que en comunidad podamos levantar el nombre de Jesús, pero también, adoramos el lunes por la mañana, el martes por la tarde, el miércoles por la noche, en fin nuestra vida de adoración no está limitada en un horario a la semana sino que es nuestra manera de vivir.
En Abraham lo vemos claro, es una actitud del corazón de mantener una fe puesta en Dios, y es una fe que le lleva a confiar en Dios en todos los aspectos de su vida.
Como líderes de equipos de alabanza, o equipos creativos, debemos recordar constantemente nuestros equipos que la duración va más allá de los horarios, de la agenda, o de los planes que hacemos para nuestros servicios. Es necesario recordarles constantemente que la adoración no solo se expresa a través de nuestro instrumento musical, sino que a través de nuestra vida.
Así que, ¿por qué no reforzar esta perspectiva acerca de la adoración con cada uno de nuestros equipos?
Una idea práctica puede ser juntarnos con nuestro equipo y empezar a tener conversaciones en las que exponemos y compartimos entre nosotros maneras en las que creemos que estamos adorando a Dios a través de nuestra vida los otros días de la semana.
Quizá alguien pueda compartir como adora a Dios a través de su trabajo, otra persona pudiera compartir cómo es que adora a Dios junto con su familia, alguien pudiera compartir también como adorar a Dios en la escuela, en fin, empezar a propiciar este tipo de conversaciones nos ayudará a tener la perspectiva de que como la adoración no se trata solo de dirigir un servicio, si no se trata de toda una vida que busca honrar y glorificar a Jesucristo.