A fin de ser prácticos, y de tener mayor claridad de nuestros equipos, muchas veces consciente o inconscientemente solemos categorizar las cosas para saber cómo trabajar con ellas. Por ejemplo, cuándo vamos a tener una reunión con nuestro equipo, es común que especifiquemos, esta va a ser una reunion de… oración, planeación, convivio, celebración, etcétera.
Esto definitivamente es algo muy útil, y muy natural, creo que se nos da de una manera muy orgánica el poder categorizar aspectos que son parte de la vida del ministerio.
El tema que queremos traer a la mesa en esta entrada, es considerar cuando en ocasiones hay algunas categorías que para nosotros pueden llegar a ser opuestas o contrarias. Así queremos compartir contigo opuestos que no son opuestos.
1.Espiritual & Práctico
Una de las tendencias más comunes y que han estado presentes a lo largo de la historia del cristianismo, Y que de hecho aún no es algo limitado al cristianismo, incluso en otras ideologías espirituales podemos encontrar esta misma idea. Y la idea es cada vez que separamos lo espiritual de lo práctico.
Pareciera ser que son dos mundos y dos categorías completamente distintas y ajenas la una del otra. Y por supuesto se entiende que ambas son distintas en sí mismas, pero el asunto es cuando llegamos a un equipo práctico de la iglesia y su planeación.
No sería muy atinado tener una perspectiva pensando que lo práctico del espiritual son opuestos y que tenemos que escoger una de las dos.
Puede ser que algunos ministerios hacen muchas actividades que solamente parecieran ser con Videos, juntas, alguna fiesta de celebración en particular, y que sin darnos cuenta pudiéramos estar pensando que ellos no son tan espirituales, o encontraste pensar en algún otro equipo que solamente restaurando, está ayunando, y está leyendo la biblia, y por supuesto que entenderemos que son espirituales, pero sin darnos cuenta al celebrar ese nivel de espiritualidad estuviéramos descartando también qué tan eficientes están siendo en avanzar el reino en un sentido práctico.
Esto es lo que conocemos como el dualismo, la idea de que lo espiritual y lo práctico son dos cosas completamente distintas, y que eventualmente tendremos que escoger una u otra.
Si tomamos las palabras de Juan el Bautista en el nuevo testamento, podemos ver una gran verdad que podemos tomar como referencia acerca de esto el día de hoy, las palabras de él eran una invitación al arrepentimiento, el invitaba arrepentirse, y luego invitaban las personas a hacer obras dignas de arrepentimiento.
Esto quiere decir que él hablaba en un sentido espiritual en lo profundo del corazón como lo es el arrepentimiento, pero luego invitaba a las personas a que esta transformación interna se manifestará de una manera práctica en la vida cotidiana.
Así que, la realidad es esta, no tenemos que escoger entre lo espiritual o lo práctico, más bien podemos ser espiritualmente prácticos.
2.Gratitud & corrección
Por supuesto que las cosas en el ministerio nunca son completamente perfectas. Realidad es que muchas veces las cosas no salen como esperábamos o como pensábamos, y esto en ocasiones nos lleva a tener pláticas donde tenemos que abordar ciertos errores que sucedieron dentro de la responsabilidad De alguien.
El tema es que cuando se aborda y se corrigen los errores sucedidos, a veces pudieran haber sentimientos en los que se pudiera percibir que no hay gratitud hacia lo que hacemos y que no se valora el esfuerzo con el que lo hacemos.
Sin embargo, es sumamente importante reconocer que la corrección no es lo opuesto a la gratitud, debemos saber que la corrección normalmente una invitación a crecer, a mejorar, y a poder desarrollarnos de una mejor manera.
Por decirlo en otras palabras, debemos de ser agradecidos, aún agradecidos con la corrección. Porque cada vez que alguien nos corrige, está viendo las áreas en las que podemos ser mejores y cómo podemos crecer de una mejor manera.
3.Fe & estrategia
Otro de los supuestos opuestos que a veces generan una tensión en la planeación de los equipos de la iglesia, es esta situación en la que pareciera que somos llamados a la fe, y que nuestras estrategias a veces pudieran sentirse o percibirse como algo que sale del corazón del hombre.
Naturalmente cuando sentimos que la estrategia es de los hombres, podemos pensar que es algo malo que ofende a Dios porque a fin de cuentas, “no surgió de Dios”.
Pero algo que debemos de saber, y de hecho lo podemos apreciar a lo largo del libro de hechos, es que por supuesto tenemos un llamado muy claro de parte de Dios a las cosas que tenemos que hacer, pero a la vez, el señor nos invita a usar todo lo que tenemos para saber cómo hacerlo.
Podemos tener ideas, podemos tener estrategias, podemos tener habilidades y recursos especiales que nos pueden ayudar a extender el reino de una manera en particular, y debemos saber que eso para nada está peleado con la fe cuando nuestro corazón al final del día siempre busca extender el mensaje de Jesús.
4.El talento & la gracia de Dios
“No es en tus fuerzas“.
Esta frase la hemos predicado y la hemos escuchado muchas veces dentro de la iglesia, hablando acerca de cómo debemos depender de la gracia de Dios para todo lo que hacemos.
Por supuesto que esto es algo correcto en el sentido de que reconocemos qué se trata de el y no de nosotros. Sin embargo, al decir no es en tus fuerzas, muchas veces pudiéramos pensar que el poder usar nuestros recursos y nuestros talentos para llevar algo a cabo fuera lo opuesto a confiar en la gracia de Dios.
Esto en si no es una realidad y no es lo más atinado, porque muchas veces los talentos y los dones que tenemos justamente son la expresión de la gracia de Dios dándonos el recurso expresada de una manera en talento humano para llevar a cabo todo aquello que quiera ser en nosotros y a través de nosotros.
Cuándo un músico canta, usa su talento, y esto no quiere decir que está obrando equivocadamente en sus fuerzas, sino más bien, está utilizando su talento para glorificar a Dios el cual es un resultado de la gracia que Dios le ha dado para cantar.
Conclusión
Así que, la intención de este entrada es que podamos vivir en el balance y no estar constantemente corriendo a extremos que usualmente nos limitan de poder avanzar y de poder llevar a cabo todo lo que Dios nos ha mandaba hacer.