No busquemos lo viral, sino lo trascendente

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No busquemos lo viral, sino lo trascendente

 

De una manera conciente o no, los últimos años han ido cambiando la manera en la que entendemos el éxito, sobre todo cuando tratamos con el tema del mundo artístico y digital.

Por años, cada vez que algún artista tenía un momento de fama por haber hecho algo que fue de la precio de las personas, solíamos llamarlo un “éxito“. Tanto así que años después tenemos compilaciones de álbumes musicales en las que contienen las canciones más famosas, y muchos de estos están titulados como “los mejores éxitos de…“.

Actualmente, cada vez que un artista logra tener un impacto a grande escala, ya no le llamamos “éxito“, como tal, sino que ahora hemos utilizado un término específico, ahora decimos “viral“.

Cada vez que se menciona acerca de una canción, un video, un TiK ToK, o un Reel, que tuvo impacto muy grande escala, nos referimos a esto como que esto es algo que se volvió viral.

Y todos lo entendemos, ya es parte de nuestro lenguaje, hablar de algo viral es hablar de algo que se hizo famoso, que escaló a gran escala, y de lo que la mayoría de las personas están hablando.

Inevitablemente, al ver todas estas cosas que se están haciendo virales recientemente, no podemos evitar redefinir en nuestro entendimiento como creadores de todo tipo de contenido qué ahora el éxito, se debe de ver como esto, como algo viral.

 

Es lo que todos desean

Una realidad por consecuencia, es que la mayoría de los artistas y creadores de contenido, están persiguiendo crear cosas que logren este factor “Viral“.

Tanto así, que hay cursos, tutoriales, artículos, en las que personas supuestamente pueden ayudarte a usar ciertos criterios para seguir creando contenido viral.

Y aunque pareciera una medida de éxito el tema del contenido viral, en realidad también debemos prestar atención ah la naturaleza misma de las cosas que están siendo virales hoy en día. Por supuesto que lo viral tiene un amplia influencia a una muy grande escala, pero otra realidad es también que la mayoría de las cosas virales actuales, tienen un efecto de muy poca duración. En otras palabras, son cosas que aparecen un breve instante hasta que rápidamente sale otro concepto viral y desaparece por completo lo que antes estaba haciendo viral. Siendo más específicos, lo viral hace ruido, pero no dura.

Después, al darse cuenta de qué lo viral está pasando tan rápido, esto mete a los creadores de contenido y artistas en una presión tremenda de siempre estar persiguiendo crear cosas que sean virales, empujando un ritmo acelerado y una presión interminable.

Y por si esto no fuera suficiente esfuerzo, lo viral exige ciertos parámetros específicos del contenido, de tal manera que los creadores tienen que ir moldeando su esencia y su contenido a todas aquellas cosas que el público está exigiendo para aceptar el arte.

Esto en muchas ocasiones resulta sacrificando un poco el mensaje y la intención original de los creadores ya que se están completamente adaptando de una manera forzada a las expectativas, sacrificando un poco la esencia del arte o el contenido que se está creando.

 

Para nosotros

Para nosotros que estamos creando contenido para edificar a la iglesia, y para bendecir a las personas, debemos de saber que aunque puede suceder qué en algún punto creemos algo que pueda ser viral, nuestro enfoque no siempre debería ser perseguir lo viral como tal. Nosotros no tenemos un mensaje momentáneo, un mensaje temporal, y un mensaje que tiene poco impacto, si algo podemos entender del mensaje del Evangelio, es que este mensaje es trascendental.

Por supuesto que sería buenísimo tener ideas creativas con las cuales podamos lograr que este mensaje pueda ser viral, tener un alto impacto y grande influencia dentro de las plataformas digitales, sin embargo, no debemos dejarnos llevar por la búsqueda en la que ser viral es la meta suprema.

Si algo podemos ver de las modas y las tendencias, justamente es eso, simplemente son una moda muy pasajera, y al fin y al cabo después de una cantidad específica de tiempo, desaparece.

Para nosotros no es así, tenemos un mensaje que trasciende generaciones, que trasciende las barreras del lenguaje, y que trasciende la barrera del tiempo. Tenemos un mensaje eterno, un mensaje trascendental, un mensaje que al pasar de los años y las generaciones seguirá teniendo un impacto a nivel global en los corazones de las personas, por qué lo glorioso del Evangelio, no es el ruido que provoca, sino en la transformación que produce en el corazón de todos aquellos que lo escuchan.

El punto

El punto de esta entrada no tiene que ver con criticar los movimientos virales, o criticar el esfuerzo de tratar de lograr un impacto con algún contenido, más bien el objetivo de esta entrada es hacernos reflexionar acerca de el fin por el cual creamos contenido, ¿creamos contenidos para ser virales, o creamos contenido para dejar un mensaje que trasciende?

Recuerda, que bueno si en algún punto logramos hacer mucho ruido, pero la medida del éxito para nosotros, no es el ruido que generamos, si no la trascendencia el impacto que causamos.

Así que mantengámosnos confiando en el mensaje que se nos ha entregado, en su impacto y en su trascendencia, y seamos intencionales en seguir creyendo que en medio de una generación tan cambiante, este mismo mensaje si es dejando un legado trascendiendo por encima de las modas y las generaciones.