Sin lugar a dudas es una gran alegría y un gran éxito el hecho de que una persona decida sumarse para ser parte de nuestro ministerio. Es un honor qué personas decían dedicar su tiempo y su talento para contribuir en la visión que tenemos por delante.
Y así como es una alegría, la realidad es que también es una gran responsabilidad. No sólo para el que se compromete, sino también para nosotros que somos los que estamos reclutando los ministerios.
¿Por qué es tanta responsabilidad?
Por qué el nuevo involucramiento de una persona un ministerio no sólo implica la contribución a la visión, sino que potencialmente también implica una de dos cosas, o el desarrollo del potencial y el llamado esa persona, o el desánimo y la frustración de una persona que no puede seguir creciendo.
Si somos reales estaremos de acuerdo que en ocasiones ha sucedido, que personas se involucran un ministerio solo para eventualmente salir de ahí un poco decepcionados o desanimados por no haber tenido la capacidad de desarrollar su talento ahí.
Es por eso que por medio de esta entrada queremos traer una perspectiva en cuanto a cosas de las que debemos asegurarnos a la hora de incluir a alguien en nuestro ministerio.
Asegúrate de:
1.tener una visión
Cuando un ministerio no tiene una visión, tiende a ser un equipo que no siente que avanza, que progresa, y que se desarrolla. Al fin y al cabo no hay nada hacia donde avanzar.
Una visión realmente le da sentido de propósito, y justifica el esfuerzo de los equipos ya que existe un motivo y una causa por la cual estamos luchando.
Finalmente una visión le comunica a todos en el equipo donde vamos a estar en los próximos años, y como nos veremos si tenemos éxito.
2.Tener roles claros
Una vez que alguien se involucra, debemos de proveer la claridad A cada integrante nuestro equipo acerca de lo que se espera de ellos, y de cómo pueden contribuir.
Cuándo una persona no tiene un rol específico, con tareas específicas definidas, es una persona que estará batallando mucho para desempeñarse, ya que no sabrá en qué invertir su fuerza y su talento. Esto definitivamente traerá un poco de confusión y eventualmente un desánimo ya que la persona en pocas palabras no sabrá qué hacer.
3.Tener claridad en lo que se requiere
Otro aspecto sumamente importante es tener claridad de los talentos y capacidades específicas que requerimos cuando alguien se involucre. A veces sucede que hay personas que desean aprender hacer algo y es la razón por la que se meten a cierto ministerio, sin tener presente que al querer aprender implica que no pueden contribuir necesariamente en ese momento.
Debemos de ser muy claros, esta persona quiere aprender a hacerlo, o esta persona ya sabe hacerlo. Esto no quiere decir que vamos a descartar la o no, pero si nos va a dar una mejor perspectiva acerca de en qué capacidad podemos involucrar a persona en el ministerio.
Puede ser contraproducente cargar a una persona y esperar de ellos una capacidad, que quizá no nos hemos dado cuenta que no tiene en ese momento.
4.Marco de referencia
Otra de las situaciones más comunes en los ministerios, es que personas no saben hasta donde están sus límites y hasta donde no. Es por eso que es muy importante establecer un marco de referencia en el que las personas sepan hasta donde puede navegar y Hasta donde ya no son territorios que son nuestra responsabilidad.
5.Claridad en crecimiento
Por último, es sumamente importante tener pasos claros para las personas que desean crecer. Al involucrarse, las personas naturalmente sienten que para crecer ahí escaleras que pueden ir subiendo, pero no hay nada más confuso que querer crecer y no tener idea en donde están las escaleras, y sobretodo que sean específicamente esos escalones.
Así que debemos de tener la claridad de qué pasos sistemáticos alguien puede ir tomando para crecer en esa área.
Conclusión
Al ver todas las ideas anteriores acerca del involucramiento de una nueva persona nuestro ministerio, en resumen nos daremos cuenta que es lo que es importante es estar preparados para recibirlos, y no sólo tener la intención de reclutarlos. Todos queremos tener mucha gente nuestros ministerios, pero también es importante saber para que los queremos. Y al definir esto seremos mejores en el desarrollo de todos nuestros equipos.
