Si pudiéramos describir en una sola palabra una de las funciones principales y más fundamentales de la iglesia sería: “transmitir el mensaje”. No importa si es durante la bienvenida, la alabanza o la predicación, el propósito de cada una de las áreas dentro de la iglesia es comunicar el mensaje de salvación.
Incluso a fin de llevar a cabo la misión que Jesús nos dio de predicar el evangelio, debemos de saber cómo comunicar un mensaje. Por lo tanto, es importante que como iglesia entendamos la importancia de crecer en nuestra capacidad de comunicar. Así mismo, interesarnos en aprender cuáles son las mejores herramientas de comunicación. De esta manera, podremos utilizarlas a favor de ésta gran misión.
Hoy queremos compartir contigo acerca de una herramienta en particular que nos puede ayudar a comunicar un mensaje de manera efectiva. Es una herramienta que las grandes empresas han estado estudiando en los últimos años con la intención de implementarla en sus equipos de marketing y poder ver ganancias materializadas en cuanto a ventas. Sin embargo, es una herramienta que Jesús también utilizó en su ministerio terrenal. Nos referimos al storytelling o, dicho de otra manera, la capacidad de contar historias.
Así es, contar historias. Aunque suene algo muy sencillo, las historias tienen la capacidad de darnos grandes lecciones de vida y hacernos retener información de manera increíble. Si nos diéramos cuenta de la efectividad de este método, probablemente buscaríamos implementarlo en todo lo que hacemos.
Mateo 13:34 Jesús siempre usaba historias e ilustraciones como esas cuando hablaba con las multitudes. De hecho, nunca les habló sin usar parábolas. (Versión NTV).
La Biblia nos enseña que cuando Jesús comunicaba las verdades del reino lo hacía a través de historias. Es algo con lo que todo cristiano está familiarizado, las famosas parábolas.
¿Por qué Jesús contaba historias?
Las parábolas eran un método de enseñanza muy común en aquellos días. Como mencionamos anteriormente, las historias son una manera muy efectiva y poderosa de comunicar un mensaje para que trascienda en las vidas de las personas. Es a través de historias que podemos empatizar y aprender grandes lecciones de vida.
Al momento de dar un mensaje, existe una diferencia abismal entre dar información y comunicar un mensaje de manera efectiva. Muchas veces en la iglesia, sin darnos cuenta tendemos a solamente dar información. Cuando caemos en este tipo de prácticas podemos escucharnos muy sabiondos o conocedores pero al final de cuentas el mismo contenido nos aleja de las personas receptoras de nuestro mensaje.
Por ejemplo, supongamos que la iglesia necesita comunicar que habrá un evento de hombres en los próximos días. Existen dos formas de hacerlo.
DAR INFORMACIÓN
Iglesia, el próximo sábado tendremos un evento para hombres sin costo. El evento será a las 10:00am en nuestro auditorio. Tendremos desayuno y un mensaje de bendición para tu vida.
COMUNICAR UN MENSAJE EFECTIVO
Iglesia, como saben, desde hace algún tiempo Dios ha puesto en nuestros corazones que nos juntemos como hermanos en la fe. Dentro de nuestras reuniones además de conectar, pasar un buen tiempo y recibir palabra de Dios refrescante a nuestras vidas, hemos sido testigos de las grandes cosas que Dios ha hecho entre nosotros. Hemos estado estudiando la Biblia juntos y profundizando en ella. La semana pasada uno de nuestros miembros declaró que toda la vida había percibido la Biblia como un libro aburrido pero ahora que la hemos estado leyendo despacio ha podido encontrar en ella un lugar de verdad y esperanza. La buena noticia es que el próximo sábado a las 10am tendremos en nuestro auditorio la siguiente reunión de hombres en donde además de disfrutar de un rico desayuno gratuito seguiremos profundizando en la Palabra. Te animamos a ser parte de lo que Dios está haciendo. ¡Te esperamos!
Quizá todo lo que se acaba de informar en el primer ejemplo es útil. Básicamente transmite todos los datos importantes de la reunión. Sin embargo, es probable que la mayoría los olvide y quienes en verdad estén interesados, pregunten la información más tarde. Imagina que algún hombre esté asistiendo por primera vez a la iglesia, es posible que este anuncio le pase desapercibido. Por otro lado, en el segundo ejemplo, se le dio a la audiencia la oportunidad de conocer un poco más acerca del corazón de ese tipo de reuniones, empatizar e incluso si alguno de ellos percibe a la Biblia como un libro aburrido, sentirse identificados y por lo anterior, mostrar mayor interés de asistir y por ende, retener la información que se comunicó. Retomando el ejemplo del hombre que asistió por primera vez, posiblemente después de escuchar un anuncio como el segundo se sienta atraído por el deseo de que Dios haga algo en su vida también.
Esto es tan sólo un ejemplo de cómo podemos comunicar un mensaje que trasciende. Sin embargo, existen muchas otras formas de hacerlo. Incluso, este método es también empleado con frecuencia para explicar cosas complicadas.
Por ejemplo, explicarle a un hijo rebelde que la autoridad está puesta para protegerlo y hacerlo llegar a su mejor versión podría llegar a ser complicado si se le dice algo como: “Hijo, tienes que obedecer a tu autoridad porque ellos saben más que tú y desde su sabia perspectiva saben qué es lo mejor para ti”. Comparado a que si dicen: “Hijo, ¿recuerdas cuando fuimos a jugar boliche cuando eras un niño? Al principio jugabas con las rejillas puestas, éstas evitaban la bola se fuera de lado y rodara por toda la orilla hasta perderse sin tirar ningún bolo. Así como esas rejillas son las autoridades en nuestra vida, aunque a veces chocamos con ellas y nos lastiman al parecer un estorbo en el camino, realmente son quienes nos redireccionan a fin de que podamos cumplir con nuestro objetivo el cual en el boliche es tirar los bolos y en nuestra vida es glorificar a Dios. Por lo tanto, sé que te cuesta obedecer, pero al final del día tus autoridades te ayudarán a hacer ese strike que necesitas.” En este ejemplo, además de tener una mejor comprensión del propósito de las autoridades en su vida, el niño podrá retener esa información y recordarla cada vez que choque con alguna autoridad en su vida.
Estos son tan solo dos ejemplos de cómo hacer uso de historias para comunicar un mensaje efectivo. Te retamos a implementar esta herramienta a lo largo de tu semana y hacer de conversaciones rutinarias las más grandes historias.