Equipos en los que todos son parte.

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Equipos en los que todos son parte.

 

En todo tipo de organización ha sido predominante formar equipos con una estructura en la que existen distintos “niveles”. Esto no es necesariamente algo malo, siempre y cuando los niveles involucren responsabilidades y roles. Sin embargo, una realidad es que en muchos de los casos, este tipo de equipos suelen caer en la dinámica en la que estos niveles en lugar de ser oportunidades, terminan siendo limitantes en las que solo ciertas personas tienen autoridad para determinar lo que está por llevarse a cabo. En otras palabras, se vuelven equipos de solo “algunos”.

Sería imposible analizar todos los posibles escenarios y consecuencias de equipos que funcionan con esta estructura sin embargo, lo que sí queremos considerar por medio de esta entrada justo son los equipos que funcionan con una estructura en la que esos niveles no son limitantes ni barreras. Queremos hablar de equipos en los que todos son parte.

1.Un equipo son personas

Primero que nada, debemos re-plantearnos lo que entendemos por un equipo. Aunque obvio, realmente muchas veces hay una brecha grande entre lo que sabemos que debe ser un equipo y en lo que termina siendo ese equipo.

Un equipo es un grupo de personas que comparten una visión y un propósito. Este equipo se conforma de múltiples personas.

Acentuando algo en particular acerca de la definición de un equipo es resaltar que esas personas: tienen talentos únicos, tienen capacidades especiales y una personalidad única que vuelve a cada una de ellas una parte importante que juega un rol en los objetivos y metas.

Lo que estamos diciendo es que, cada persona es importante y muy valiosa para cada equipo.

Nunca deberíamos perder de vista esta idea acerca de los equipos. Son personas, y todas son importantes.

2.Espacios abiertos

Si entendemos esta primer idea acerca de los equipos, lo siguiente es que debemos tener diferentes dinámicas prácticas que fomenten y abran espacios para que el talento y lo valioso de cada miembro del equipo pueda cumplir con su parte.

¿Cómo podemos crear esos espacios abiertos?

En realidad no tenemos que empezar a hacer cosas nueva o radicalmente diferentes. Más bien tiene que ver con asegurarnos de que todo lo que hacemos tiene un espacio abierto para cada parte del equipo.

Puede ser en una junta de retroalimentación, o de planeación. Es normal que los encargados traigan la visión y las propuestas de la dirección hacia la que el equipo está por avanzar, pero una vez puestas todas las actividades sobre la mesa, debe haber un espacio en el que cada quien desde su área de capacidad y de influencia puedan aportar su perspectiva de cómo contribuir a esa visión.

3.Manos abiertas

Otra de las dinámicas que facilitan los equipos en los que todos son parte es trabajar con nuestras áreas con manos abiertas.

¿Qué significa?

Manos abiertas es cuando tenemos una responsabilidad de nuestro lado (en nuestras manos), pero no tenemos una actitud posesiva y controladora en la que nadie puede opinar o aportar.

Los mejores equipos saben que cada parte del equipo puede empoderar y embellecer lo que se está haciendo.

Al final del día, entendemos que aunque tengamos una parte o un talento en particular, no estamos trabajando solos, somos un equipo.

4.Un logro del equipo

Por último, uno de los retos más complejos es a la hora de tener un logro exitoso. Usualmente las personas tienen a buscar el crédito por esas victorias pero, cuando tenemos una dinámica de equipo en la que todos son parte, si alguien del equipo triunfa, todo el equipo triunfa.

La victoria se reconoce como el éxito de muchas partes contribuyendo y todos esos esfuerzos sumados dan como resultado éxito.