Entendiendo ciclos y etapas

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Entendiendo ciclos y etapas

 

Estemos muy conscientes de esto o no como sociedad, hemos determinado una manera útil y muy productiva de operar en el lapso de tiempo. No sólo es dejar correr el tiempo en su naturaleza, sino también hemos establecido ciclos y etapas con diferentes propósitos. Por ejemplo, cada año hemos decidido celebrar los cumpleaños de cada uno de nosotros. También hemos decidido tener fechas festivas como Navidad o Año Nuevo. A la vez, en ámbitos como en el trabajo o la escuela, hemos determinado que hay ciclos de evaluaciones y toma de decisiones. Nos daremos cuenta que tener una perspectiva del tiempo con temporadas con ciclos y etapas nos puede ayudar con estos dos tipos de propósitos, puede ser para celebrar o puede ser para evaluar y planear.

Definitivamente es una manera sumamente productiva y útil en la que nos asegurarnos de que estamos avanzando ya sea en el crecimiento de nuestras relaciones interpersonales o en el desarrollo de nuestro trabajo y nuestro desempeño como estudiantes o como empleados.

A la hora de ir al ministerio, muchas veces ignoramos esta perspectiva de etapas y de ciclos. De alguna manera tenemos la idea de que cuando servimos a Dios es algo que haremos para siempre, y por supuesto que es así, serviremos a Dios con toda nuestra vida en cada momento y con todo el corazón, sin embargo, una cosa es hablar de la actitud del corazón y la postura en nuestras convicciones de desear servir a Dios, y otra cosa es ser productivo con las metas que tenemos como ministerio, por decirlo en otras palabras, con el funcionamiento organizacional.

Queremos sugerirte y traer a la mesa esta perspectiva con la que hemos funcionado como sociedad desde hace tantos años, tratando de también implementarlo en nuestra planeación ministerial. Muchas veces incluimos a personas en nuestros equipos y sin darnos cuenta al platicarles de lo que hacemos porque lo hacemos y cómo hacerlo solemos traer este sentimiento de perpetuidad. En otras palabras, la sensación de que al estar en este ministerio eso se va a ser para siempre y por siempre hasta la eternidad.

Eso no tiene nada de malo. Por supuesto que todo lo que hacemos lo haremos por siempre, sin embargo, muchas veces ignora la idea de que hay ciclos y de que hay temporadas y que hay diferentes etapas.

Queremos animarte a próximamente, estando tan cerca de un año nuevo, tomar el tiempo de definir no sólo lo que se va a hacer, sino tratar de definir los ciclos y las etapas del ministerio. Por supuesto, así como lo es para las otras cosas. Valdría mucho la pena en estos ciclos y etapas tomar tiempos para celebrar, para festejar y crecer en nuestra relación íntima como ministerio, pero también para evaluar y asegurarnos del desarrollo de nuestro ministerio y de lo que estamos haciendo juntos por sugerir algún tipo de ideas. Quizás pudieras planear en el año. Es plantearte, por ejemplo, cuatro temporadas en el año de evaluación y celebración, puede ser cada tres meses. Así que cuatro veces al año puedes tomar un tiempo para agradecerle a tu equipo, para celebrar a tu equipo y para fortalecer áreas de oportunidad. Quizá pueda ser cada seis meses, de tal manera que dos veces al año, tomas este tiempo especial con tus equipos, o puede ser bimestral en fin cualquiera que sea la manera que funcione para ti. Queremos sugerirte ahora que estás por planear un Año Nuevo considerar los ciclos y las etapas de tu equipo.

También cuando hablamos de ciclos y etapas. Debemos de considerar las etapas de madurez o del estado de ánimo de nuestros equipos. En realidad, sería un poco ingenuo pensar que las personas tienen las mismas inquietudes y con el mismo estado emocional. La realidad es que todos a medida que va avanzando el año y van avanzando en los quehaceres de la vida o los obstáculos, tendemos a ir navegando por diferentes circunstancias y diferentes estados de ánimo o etapas de madurez en nuestra vida, de tal manera que debemos también considerar esto para ayudar a nuestros equipos y asegurarnos de qué ellos puedan seguir caminando con un corazón sano y madurando en su fe y en su relación con todos los demás.

Ya terminando esta idea, quisiéramos también recordarte que el hecho de poder avanzar con ciclos y etapas en mente, nos permite tener varios comienzos y varios cierres, en otras palabras, si en algún punto estamos pasando por una temporada complicada o quizá problemática. Tenemos la seguridad de qué estamos próximos a cerrar esa temporada y empezar un nuevo ciclo y una nueva etapa, porque imagínalo así, cuando todo va bien, la perpetuidad suena increíble, pero que cuando todas las cosas están mal o tóxicas, realmente la perpetuidad sería algo agobiante y algo frustrante de tal manera que si entendemos que para todo hay ciclos y temporadas podemos asegurarnos de que si en un momento dado estamos viviendo algo problemático, este está por terminar y estamos por comenzar una nueva temporada. Queremos invitarte a traer esta perspectiva sobre la mesa. Ahora que estamos próximos a planear un Año Nuevo. Y esperamos que de verdad esto pueda ser útil y productivo en esta nueva temporada.