Cómo tener equipos de alabanza más unidos

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Cómo tener equipos de alabanza más unidos

¿Estás al frente de un equipo de alabanza o tienes algún rol que ocupa dirección para el equipo? Si es el caso, creemos que estarás de acuerdo con nosotros en la idea de que, además de ser un gran privilegio y de ser emocionante, la realidad es que trabajar en equipo no siempre es fácil. Por naturaleza, trabajar en un equipo de alabanza es trabajar con personas que tienen diferentes personalidades y estilos musicales. En algunos caos, puede ser una tarea con mucha tensión y que puede afectar la dinámica del equipo de alabanza.

Es por esto que por medio de esta entrada, queremos compartir contigo tres consejos prácticos que pudieran fomentar y fortalecer la unidad del equipo. Así que, ¡sigue leyendo para descubrir cómo puedes fomentar la unidad en tu equipo!

1.Recordar a tu equipo: Unidad no es sugerencia

Primero que nada, una realidad es que no podemos exigir o esperar algo en lo que no hemos sido explícitos o claros. Es por esto que como líderes, debemos tomarnos muy enserio la tarea de comunicarles a cada uno de nuestros integrantes la importancia de la unidad.

No hay mejor manera de decirlo que “unidad no es sugerencia”. ¿Por qué?, porque aunque para nuestra sociedad tener un tipo de actitud de unidad es una opción que pudiéramos tomar o no, para los seguidores de Jesús la unidad no es algo que es medianamente importante.

Jesús estaba a unos días de ir a la cruz, y oraba a su Padre una oración que era expresada desde lo más profundo de su corazón:

Juan 17:21 Te pido que todos sean uno, así como tú y yo somos uno, es decir, como tú estás en mí, Padre, y yo estoy en ti. Y que ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.

La unidad es una oración de Jesús, y a la vez es lo que será parte en la tarea de que el “mundo crea que Dios lo envió”. Y es por esto que si como equipos de alabanza, tenemos el llamado de seguir dando a conocer a Jesús, sin unidad será una tarea prácticamente imposible de lograr.

Así que, líder, recuérdales a tus equipos: La unidad no es una sugerencia.

2.No negociamos con la des-unidad.

Alguna vez leyendo un libro de un líder muy influyente que ha trabajado por años con diferentes tipos de equipos de diferentes tipos de organizaciones, concluyó lo siguiente: “No es lo que predicas, es lo que toleras”.

En otras palabras, una realidad contundente es que, realmente podemos estar hablando todo lo que gustemos acerca de la unidad, pero si continuamos permitiendo que los enemigos de la unidad sigan presentes, realmente lo que predicamos no será realmente efectivo.

Debemos ser muy cuidadosos y muy intencionales en abordar y resolver todas aquellas cosas que atentan en contra de la unidad. Quizá esto nos lleve a tener pláticas incómodas con personas, pero definitivamente no podemos dejar pasar los pleitos, los celos, los chismes y las tensiones. Debemos realmente esforzarnos en trabajar por el corazón de nuestro equipo y con la ayuda de la palabra de Dios, cuidar que las relaciones de cada miembro pueda estar sana.

3.Una cultura de celebración

La naturaleza de un equipo en el que talentos personales son necesarios para el desempeño del mismo, en la tendencia natural humana, siempre será inevitable que el sentido de “competencia” o de “celos” pueda surgir aunque sea de una manera muy sutil en el corazón. En otras palabras, la raíz de estos sentimientos es la necesidad de ser “reconocido” o “aplaudido”.

Es por esto que una cultura de celebración puede ser una herramienta práctica para combatir estos sentimientos.

Al hablar de una cultura de celebración, hablamos de tener la capacidad de celebrar y reconocer el talento de otros y agradecer a Dios por ello.

Esto puede ser en una junta y con una pregunta como: “¿Alguien de aquí quisiera celebrar a alguien del equipo que hizo algo extraordinario?”, y dejar que las personas puedan ir reconociendo el talento el uno del otro.

Resumen

En resumen, la unidad en los equipos de alabanza cristianos es esencial para seguir extendiendo y comunicando el mensaje de Jesús. Es importante recordar que, aunque somos individuos con diferentes dones y personalidades, todos estamos unidos en un mismo propósito: adorar y glorificar a Dios.

La unidad requiere esfuerzo y compromiso por parte de todos los miembros del equipo, pero siempre debemos tener en mente que los frutos de una adoración en armonía son incomparables. Como dice la Escritura, "miren cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos habiten juntos en armonía" (Salmo 133:1). Que cada uno de nosotros se esfuerce por fomentar la unidad en nuestros equipos de alabanza, y así servir a la iglesia siendo la respuesta a la oración de Jesús en cuanto a la unidad.