Como navegar el cambio en el ministerio

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Como navegar el cambio en el ministerio

Alguna vez escuché la frase “Lo único que nunca cambia, es el cambio constante”.

Creo que todos de la misma manera podemos estar totalmente acuerdo con esta realidad. Las cosas siempre están cambiando, sean las circunstancias que vivimos como sociedad, las necesidades, los retos, las tendencias, las modas, a las formas, y la manera de expresión, generación tras generación están en constante cambio.

Es una realidad que algunas personas pueden navegar de una manera muy natural y muy sencilla los cambios en su vida y en su entorno, pero también es una realidad que a veces los cambios, Sobre todos los cambios rápidos y bruscos como los que hemos estado viviendo recientemente como sociedad, resultan ser difíciles de procesar y a veces de navegar.

Aunque sería imposible decir cuál es la manera perfecta o única de navegar los cambios, también es una realidad que existen algunas ideas que pueden ayudarnos a navegar lo de una mejor manera.

Justamente esa es la intención de esta entrada, poder compartir contigo algunas ideas ilustradas que quizá puedan facilitarnos las transiciones a la hora de hablar acerca de los cambios.

Así que sigue leyendo para traer sobre la mesa estas ideas, y esperemos que realmente puedan ser útiles para ti y para tus equipos.

 

Es algo que navegamos

Primeramente debemos reconocer que el cambio, es algo que podemos navegar. De hecho, es sumamente importante aclarar que cuando utilizamos la expresión “navegar“, realmente lo hacemos con la intención de traer a la mesa la ilustración de un barco que va avanzando a través de las corrientes del océano.

El primer consejo para aprender a lidiar con el cambio, es tener mentalidad de navegante.

Esto nos ayudará a buscar prepararnos y entender el avance como lo hace alguien que va a dirigiendo una gran nave por medio del océano.

Esta mentalidad definitivamente hace mucho contraste con nuestra mentalidad natural de querer ver las cosas en un sentido lineal. Siempre queremos líneas rectas en el sentido de la dirección que tomamos en nuestra vida.

Queremos ir a la derecha, o al izquierda, queremos ir arriba, o queremos ir abajo, queremos blanco, o queremos negro, en fin quisiéramos llegar a un punto y no movernos de ahí, pero por más cómodo ideal que esto fuera, la realidad es que la vida no funciona así, la vida es como el océano.

 

La estrella polar

Una vez que tomamos la referencia de la navegación en altamar, debemos utilizar las herramientas como lo haría un navegante, y la principal y más importante que queremos mencionar en este entrada, es la estrella polar.

Éste*, resulta ser vital para la navegación en altamar, ya que es un punto de referencia para cualquier marinero sin importar las condiciones en las que se encuentre en ese momento. Aún que todos los instrumentos de navegación fallaran, un capitán siempre sabrá que la estrella polar es la referencia para nunca perder la dirección.

Para nosotros, es estrella polar es Jesucristo y sus palabras. Pueden cambiar las tendencias, pueden cambiar las modas, pueden cambiar los deseos de esta generación, y sus necesidades, pero para nosotros un ancla firme, un ancla segura y aquella herramienta que hará que nada de nuestra vida nos haga perder dirección será Jesucristo.

Aprovecha el viento

Otra de las herramientas que forman parte de la navegación en el mar, que es el viento. Cuándo se acostumbraba navegar con veleros, uno de las herramientas qué navegante utilizaba era el viento. Este viento serviría para impulsar la velocidad y la dirección de la barca.

Al hablar de los vientos, quisiera hacer una referencia a manera de ilustración acerca de las modas y las tendencias. Es verdad que existen modas o tendencias que definitivamente no van de la mano con las cosas de Dios, son contrarias y a veces hasta opuestas a lo que Dios quiere hacer. Pero también debemos reconocer que no todo es así, hay cosas que se vuelven presentes en cada generación qué si como un navegante desarrollamos la habilidad, podemos usar como una herramienta para darle dirección a todo aquello que estamos haciendo.

En otras palabras, es algo que suma al viaje que estamos transitando en dirección a nuestra estrella polar, a Jesús.

Esto es muy notorio cuando hablamos por ejemplo de la música, hablamos de poder aprovechar quizá nuevos sonidos o nuevos ritmos que pueden resonar con una generación actual, pero con un mensaje eterno. Pero en realidad esto no sólo aplica con la música, realmente aplica con todas las maneras en la que nos comunicamos como sociedad. Puede ser la creación de contenido, puede ser la creación de Videos, puede ser diseños, ropa, en fin cualquier tipo de instrumento que pudiéramos usar para impulsar la extensión del mensaje esperanza que tenemos en Jesús.

El ancla

Por último pero no menos importante, siempre que navegamos por una temporada de cambio, debemos recordar asegurarnos de tener un ancla con nosotros.

Un ancla siempre está dentro de un barco, en la superficie, pero cuándo es necesario detener el barco para no seguir una corriente, el ancla sirve como un freno que entra a la profundidad para detener al barco desde adentro.

En otras palabras, debemos cuidarnos de navegar los cambios, simplemente por el amor al cambio, o a lo novedoso. Siempre debemos revisar el fondo y la esencia detrás de todo lo que hacemos buscando tener profundidad y un ancla segura que nos guarde de no estar aparentemente bien, pero siguiendo corrientes equivocadas.

Pero esto es sumamente importante constantemente estar anclados a la palabra de Dios, dejando que sea la biblia quién examina y escudriña la profundidad de nuestro corazón. Recuerda las modas y las tendencias simplemente son movimientos superficiales, pero nosotros debemos buscar siempre la profundidad.

Finalmente

Todas estas ideas son una ilustración de cosas que sabemos. Sin embargo, usarlas como un ejemplo práctico que se ejemplifica en una ilustración de navegación, puede ser una herramienta útil para considerar cómo navegar el cambio en el ministerio.