Comenzando con solidez

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Comenzando con solidez

Comenzar algo es sin duda alguna una de las aventuras que más emoción e intriga nos hacen experimentar. Probablemente hayas vivido el inicio de algún proyecto, ministerio, evento o alguna otra serie de tareas asignadas para el crecimiento o el avance de tu iglesia. Si es así, sabrás a lo que nos referimos con el contraste que se vive entre la emoción y la intriga que se experimenta en un comienzo. Son emociones fuertes que proceden de la tensión que hay entre la satisfacción de haber comenzado y la incertidumbre de no saber si ese comienzo será exitoso o no.

Hace un par de años tuve una experiencia personal que básicamente resume las características de lo opuesto a un comienzo sólido. Me fui a vivir a otra ciudad y algo que rápidamente disfruté del nuevo lugar fue su gastronomía. Me emocionaba tanto conocer diferentes tipos de restaurantes y sus distintos tipos de platillos. Fue tanta la emoción de conocer este mundo gastronómico, que impulsado por la emoción, decidí abrir una cuenta de Instagram como un blog de comida. Hice un diseño para mi cuenta, le puse un buen nombre y lo lancé. Estaba muy emocionado pero una vez publicado tuve un “golpe de realidad” porque me di cuenta que no tenía material, estrategia ni mucho menos planeación. Lo anterior ocasionó que mi pequeño proyecto pasara de ser algo emocionante a ser algo incierto que eventualmente me llevó a entender algunas cosas importantes acerca de los comienzos y las que quiero compartir contigo.

1.Anticipando necesidades

Si estás por comenzar algo, una de las cosas sumamente importantes es estar consciente de tus necesidades. Al decir “necesidad” nos referimos a cosas desde las más pequeñas y obvias, hasta las más técnicas. Me refiero a todo tipo de material. Usando de ejemplo mi cuenta de comida, yo debí de haberme preparado por lo menos con unas nueve o doce imágenes almacenadas y listas para publicar en cuanto comenzara la cuenta, evitando así estar estresado por reunir el contenido.

El consejo es: debes anticiparte y prepararte por lo menos para lo que va a suceder en las siguientes dos o tres semanas.

Si estás comenzando con un ministerio de alabanza prepara la lista de canciones de todo el mes en lugar de estar ensayando semanalmente solo unas pocas canciones. Si se trata de un discipulado es conveniente que planifiques los temas a compartir durante las próximas cinco semanas. En el caso de las redes sociales planea el contenido de las próximas dos o tres semanas.

En fin, trata de estar anticipado antes de comenzar.

2.Construir VS improvisar.
La improvisación definitivamente es una cualidad que cualquier líder posee. Ésta es la capacidad de salir delante de manera creativa en una situación imprevista. En ese caso, un líder “fluye” a través de la situación y se adapta para sacar lo mejor del momento. Imagina que un arquitecto decide comenzar la construcción de un edificio improvisando mientras lo hace. Definitivamente ese edificio no sería un lugar seguro ya que correría el riesgo de derrumbarse en cualquier momento. Un arquitecto necesita planos y tener la visión completa del proyecto para que cada pieza esté en su lugar y la construcción sea un lugar sólido y seguro.

Usando el ejemplo del arquitecto, cuando estamos por comenzar algo, debemos tener en cuenta los “planos”, en otras palabras: la estrategia y la planeación de lo que estamos haciendo.

Para ilustrar este principio quiero regresar al ejemplo de mi cuenta de comida. Cuando publiqué la cuenta, no sabía a quiénes iba a seguir, quiénes me seguirían, no tenía idea de cómo quería posicionarme y en qué quería diferenciarme. Peor aún, no tenía claro lo que quería lograr con este proyecto.

Por esa razón, debemos planear. Es importante hacernos las preguntas correctas, y decidir una estrategia a corto y mediano plazo.

3.Tres direcciones distintas
La realidad de los comienzos, como lo mencionamos anteriormente, es que nunca puedes evitar la incertidumbre. Para muchos es agobiante la idea de pensar que no podemos saber qué camino va a tomar el comienzo.

Así que te recomiendo que anticipes por lo menos tres caminos distintos por los cuales se podría dirigir tu proyecto. Debes imaginarlos, identificarlos y, al tener la claridad de estas tres posibilidades, te será más fácil llevarlo a la meta.

4.Predecir el sabor de la victoria
Definitivamente un comienzo siempre implica una gran cantidad de tiempo y esfuerzo. Aunque sabemos que la victoria está en el futuro a veces es difícil identificar cuándo estamos cerca de ella. Debemos tener la capacidad de predecir e identificar aquellos momentos que nos harán saber que estamos cerca de probar el sabor de la victoria.

Usando por última vez el blog de comida como ejemplo, quiero contarte felizmente que de pronto usuarios comenzaron a escribirme para pedirme recomendaciones. No pasó mucho tiempo para que los mismos restaurantes comenzaran a escribirme directamente para enviarme saludos, lo cual me dio un gran sentido de satisfacción. Todo esto daba la indicación de que me acercaba a lo que quería lograr con este proyecto.

Por último, un buen día un restaurante nuevo me invitó a ser parte de su apertura y a probar sus platillos. Ese fue el éxito que yo estaba buscando, sin saberlo claramente. Esa era mi meta, eso es lo que yo estaba buscando y ya lo estaba logrando.

Tiempo después, pensando en toda esta experiencia, me di cuenta que desde el principio tenía, de una manera subconsciente y nada definida, lo que la victoria era para mi.

Así que, es importante distinguir aquellas cosas que nos van anticipando a aquello que sabemos que será la meta final. ¿Qué cosas te dicen que vas por buen camino?

Deseo que estos puntos puedan ser útiles para tu comienzo y deseo con toda sinceridad que lo que estás por emprender tenga éxito. Sobre todo espero que pueda ir acompañado de una solidez que haga menguar la incertidumbre para hacer más presente la expectativa y la emoción.