Año nuevo a mitad de año Pt.2
Una de las características principales de un Año Nuevo es que no sólo trae sensación de ánimo hacia nuevos proyectos, sino que también es un tiempo de reflexión y de evaluación acerca de las cosas que hemos estado haciendo hasta ese momento.
Definitivamente es un tiempo muy provechoso ya que involucra una pausa para impulsar o reforzar las cosas que queremos lograr.
Previamente publicamos una entrada titulada “Año Nuevo a mitad de año”, en la que hablábamos de tomar un tiempo de reflexión y evaluación Cuando sea necesario, y no solamente en ocasiones festivas como el inicio un nuevo año.
En la primera parte, hablamos de tomar el tiempo para evaluar las metas, y el avance de los proyectos que tenemos establecidos como equipos.
En esta segunda parte, más allá de resaltar el tema del desempeño y el avance de los proyectos en un sentido logístico, queremos también abordar una parte que es esencial dentro de todo lo que hacemos.
La parte en la que queremos compartir contigo es el tiempo de evaluación y reflexión no acerca de lo que hacemos, sino de cómo lo estamos haciendo.
Así que a continuación queremos compartir contigo algunas ideas a considerar y reflexionar aunque no sea el inicio un nuevo año, aunque estemos a mitad de año.
¿Qué cosas valen la pena considerar?
Por supuesto que como equipos tenemos objetivos por delante, y establecemos metas y aún fechas que nos ayudan ir alcanzando y acercándonos al cumplimiento de todo lo que nos hemos propuesto.
Esto sin lugar a dudas es algo bueno, sin embargo, cuando hablamos en el contexto de la iglesia no sólo es importante estar orientados a resultados, sino también es importante prestar atención en la manera en la que estamos llegando a esos resultados.
Por decirlo de otra manera, no sólo se trata de lograrlo si no se trata de prestar atención en el proceso para llegar a esa meta.
¿Y qué cosas debemos considerar en este proceso?
1.Cultura
Podemos lograr muchas cosas y llegar a esos objetivos de 1000 maneras, sin embargo, una cosa que debemos de tener presentes es qué ese resultado será verdaderamente un éxito dependiendo de si hemos llegado ahí respetando la cultura que tenemos como equipo.
Supongamos que como equipo queremos tener una cultura de honra, y que esta es uno de los valores esenciales y primordiales. Entonces, si fuera el caso de cumplir un gran objetivo pero en el proceso cada integrante del equipo se ofende uno a otro, y hay una cultura de chisme y de deshonra, entonces el resultado no es completamente exitoso en sí, porque alcanza un objetivo dejando atrás a la parte importante de lo que hacemos que son las personas.
Como líderes debemos tener un enfoque muy detallado a la cultura que se está desarrollando dentro de nuestros equipos.
¿Cómo saberlo?
Una manera un poco convencional, pero quizás útil para saberlo sería preguntarnos, si mi equipo fuera una persona, ¿qué cosas caracterizarían su personalidad?
¿Sería un equipo generoso?, ¿un equipo lleno de animo?, ¿un equipo con corazón servicial?
2.La salud del equipo
Otro de los factores dentro del proceso para alcanzar objetivos que es realmente importante es saber cómo está la salud de nuestro equipo.
Muchos líderes pueden caer en el error de pensar que porque se está llegando a los objetivos, todos están igual de contentos que él por ver los resultados. Sin embargo, muchas veces sucede que a pesar de que se están alcanzando los objetivos, la salud interna de cada uno de los integrantes del equipo está decayendo por el suelo.
Muchas veces ha sido el caso de servidores que a pesar de qué están teniendo un buen desempeño, por dentro están quemados y drenados.
Así que una manera adecuada de tener esto presente, es no sólo evaluar si estamos teniendo éxito o si estamos alcanzando los objetivos, si no es básicamente preguntarnos ¿cómo está el corazón de nuestro equipo?
Para esto debemos de ser cercanos y estar procurando espacios en los que podamos escuchar el corazón de cada uno de ellos y saber cómo se encuentran.
Al final del día, creo que lo importante es considerar éxito a largo plazo y no tener un equipo que va a resultados a corto plazo pero eventualmente va a terminar cansado y fastidiado.
3.Compromiso
Asistencia nunca será la evidencia definitiva de compromiso. Quizá podemos ver que nuestro equipo siempre está presente en todas las tareas y en todas las actividades que estamos tratando de llevar a cabo, pero hemos de tener en cuenta que la asistencia no quiere decir que realmente han tenido este sentido de compromiso hacia la casa.
Así que es importante estar cercanos a cada uno de los miembros de nuestro equipo y saber si realmente su corazón está comprometido con lo que estamos haciendo. Esto no es para juzgarlos o para presionarlos, sino más bien, para saber si quizá nos ha faltado la oportunidad de compartirles la visión o el espacio para inspirarlos a comprometerse con todo lo que estamos haciendo como equipo.
Recordemos que el compromiso, es lo que hace que cada uno de nosotros vayamos más allá de cumplir la única tarea que se nos pide hacer, sino es el corazón detrás de aquello que nos lleva a hacer y cumplir la milla extra.
4.Crecimiento integral
Por último pero no menos importante, vale la pena considerar el crecimiento integral del equipo.
Al hablar de crecimiento integral, nos referimos a lo siguiente, a que por supuesto los miembros del equipo hagan crecer el ministerio, pero también que el ministerio haga crecer a los miembros del equipo.
Al final debemos de tener en cuenta que todo debe de crecer por igual, sería un error que el ministerio creciera pero que la gente que lo compone se quedará corta en su desarrollo y en su crecimiento personal.
Debemos ser agradecidos con cada uno de nuestros miembros por hacer crecer el ministerio, pero debemos de ser atentos y asegurarnos de que ellos también estén creciendo en todas las áreas de su vida.
Conclusión
Así que, a pesar de que no estamos en temporada de Año Nuevo, por qué no tener un Año Nuevo a mitad de año y tomarnos el tiempo para evaluar, para reflexionar, y para volverá enfocarnos en todo lo que tenemos por delante.