Viviendo en el centro de la voluntad de Dios
“…Como esclavos de Cristo, hagan la voluntad de Dios con todo el corazón.”
Efesios 6:6 NTV
Una de las cosas que era constante en las instrucciones que los apóstoles daban a todos aquellos que habían decidido seguir a Jesús, era siempre buscar y tratar de vivir en el centro de la voluntad de Dios.
Cómo lo vemos en el versículo anterior, Pablo estaba dando instrucciones prácticas acerca de cómo conducirse en el día con día, ante lo cual el instruye a la iglesia diciendo: “ hagan la voluntad de Dios con todo el corazón“.
Es muy probable que estemos familiarizados con el concepto de la voluntad de Dios, casi todos en alguna ocasión hemos escuchado la invitación a considerarla como el pilar fundamental de nuestras vidas, o quizá lo habremos escuchado en algún comentario casual dentro de una conversación por ejemplo “que se haga la voluntad de Dios en esto”.
A pesar de que esta idea no sea un concepto extraño para nosotros, la realidad es que en muchas ocasiones nos vemos preguntándonos precisamente cuál será esa voluntad de la que hablamos.
Pareciera ser algo tan cotidiano, pero a la vez tan complicado de saber de una manera específica, y es por esto que en esta entrada queremos considerar varios verdad es que la Biblia nos habla acerca de cómo encontrar y cómo vivir en el centro de la voluntad de Dios.
1.¿He considerado a Dios?
Juan 6.38
Muchas veces nos encontramos en un ritmo de vida acostumbrado a tomar decisiones rápidas de acuerdo al criterio que tenemos en ese momento. Y es verdad que hay decisiones que no pueden postergarse ya que requieren una respuesta rápida.
El asunto, es que acostumbrados a vivir así, nos distrae de considerar la posibilidad de detenernos y preguntar a Dios cuál es su voluntad dentro de esto.
Cada vez que tomas una decisión, ¿consideras a Dios dentro de lo que estás por decidir, o simplemente decides?
Cuándo vamos a la Biblia vemos que aún el mismo señor Jesucristo buscaba a Dios en una dependencia completa para que cada cosa que llevaba cabo se mantuviera dentro del centro de la voluntad de Dios.
Definitivamente nuestro rumbo y nuestras decisiones cambiarán cada vez que tomamos el tiempo detenernos y considerar a Dios dentro de todo lo que estamos por hacer.
2.Ayuda del Espíritu Santo
Romanos 8.27
Algo que definitivamente tiene que darnos ánimo, es leer que el apóstol Pablo le enseñó a la iglesia que ni aún el mismo sabía completamente cuál era la voluntad de Dios todo el tiempo. Esto es una realidad no podemos vivir teniendo el absoluto conocimiento, pero lo que sí es verdad es que aún en nuestra falta de conocimiento el espíritu Santo puede ayudarnos y como lo dice en Romanos, constantemente está orando a Dios en favor de nosotros para que podamos conocer su voluntad.
Recuerda que si quieres vivir en el centro de la voluntad de Dios, no está solo en este camino, el espíritu Santo está para ayudarte.
3.¿Qué haría Jesús?
Efesios 1:9
Otra verdad es que Jesús no sólo fue un gran maestro, o un gran predicador, sino que fue un gran ejemplo que modelaba la voluntad de Dios en un sinfín de circunstancias similares a la que todos nosotros vivimos día con día. Hace muchos años se puso de moda esta gran frase “qué haría Jesús“.
Más allá de ser una moda, esto es una realidad, si queremos vivir en el centro de la voluntad de Dios debemos de considerar lo que Jesús estuviera haciendo en esta decisión o en esta situación. Esto definitivamente nos acercará a saber qué es lo que le agrada Dios y qué es lo que no.
4.Lo opuesto a pecado
1 Tesalonicenses 4:3
Y aunque esto pareciera muy obvio, es muy útil ponerlo en palabras de esta manera. La Biblia es muy clara al invitarnos a todos a una vida que es contraria a una vida de pecado.
Aunque algunos han dicho que no es muy útil pensar si algo es pecado o no, definitivamente este criterio debería de ser parte de la brújula que guía nuestra vez toma de decisiones.
La definición de pecado en su idioma original, literalmente nos habla de fallar en el blanco, en otras palabras, no atinarle a lo que Dios tenía planeado y destinado para nosotros. De tal manera que cuando vivimos en pecado o cuando tomamos decisiones pecaminosas estamos fallando en cumplir y en vivir en el centro de la voluntad de Dios para nuestras vidas.
Conclusión
Si resumiéramos estos cuatro puntos anteriores, podríamos darnos cuenta que mucho tiene que ver con tener presente a la persona de Jesucristo nuestra mente y corazón en nuestro día con día. No se trata de simplemente meditar en él cuando estamos en la iglesia, o cuando vamos alguna reunión especial, sino que vivir en una devoción que no depende de un día o un horario sino en una relación permanente.
Y es así como vivimos en el centro de la voluntad de Dios.