Siempre que hablamos de las relaciones, debemos reconocer que a pesar de que existan algunas amistades que se desarollan de una manera muy natural y orgánica, la verdad es que todo tipo de relación tiene que nutrirse. Al hablar de la "nutrición" de las relaciones nos referímos al cuidado y el mantenimiento de las mismas. Estoy seguro que todos pudiéramos decir que tenemos relaciones muy íntimas en nuestra vida y algunas otras que lo fueron pero que con el paso del tiempo y el descuido se fueron volviendo amistades lejanas. Este, aunque muy sencillo, es un ejemplo de la importancia de invertir en nuestras relaciones, sobre todo cuando se trata de un equipo dentro de una iglesia que tiene una misión eterna para la extensión del reino de los cielos.
El propósito de esta entrada es resaltar varios énfasis que debemos procurar para seguir nutriendo las relaciones en nuestros equipos así que, sigue leyendo para saber más de esto.
1.Haz reuniones que no terminen en juntas
Puede ser que como equipo ya tengan el excelente hábito de juntarse en un sentido recreativo solo para divertirse y pasar un buen rato. Pero es muy probable que como a muchos, te suceda que sea inevitable que esas reuniones terminen siendo una junta de planeación o de retroalimentación.
Esto no es algo gravemente equivocado, pero debemos tener en perspectiva que al tomar un tiempo de recreación y convertirlo en un tiempo de planeación se está perdiendo la oportunidad de conectar con la vida personal de las personas dándole más importancia al trabajo, que al corazón de nuestro equipo.
Traten de dejar para otro tiempo la planeación y respeten el tiempo de conexión para seguir fortaleciendo sus relaciones y que puedan seguir conociendose más como amigos que como socios.
2.Interésate en la persona y no solo en las tareas
Otra tentación es que la razón principal por la que sostienes una relación con una persona es por las tareas que comparten. Por supuesto esto es algo normal y no tiene nada de malo ya que es obvio que para alcanzar las metas se tienen que establecer tareas compartidas.
Lo que queremos proponer en este punto es que tus relaciones vayan más allá de las tareas ya que, de no ser así, las únicas ocasiones en las que fortaleceras tu conexión con las personas serán con tareas pero cuando no haya muchas tareas, esas relaciones se enfriarán y no durarán.
Hablen de las tareas, pero también hablen de sus vidas, sepan cómo están, cómo van las cosas en sus vidas.
3.Procuren los momentos especiales
Aunque pareciera no ser tan importante, en realidad el procurar celebrar momentos especiales como los cumpleaños, graduaciones, logros... nutre de una manera muy especial las relaciones que tenemos como equipo ya que al hacerlo, vivimos lo que Pablo enseñó de "llorar con los que lloran y alégrense con los que se alegran".
Esto va a unir nuestras vidas ya que en las victorias estaremos juntos, pero también en las derrotas sabremos que no estamos solos sino que tenemos un increíble equipo de amigos que está para nosotros en cualquier momento de nuestras vidas.
4.Compartan vida, no solo trabajo
Por último, muchas veces los equipos solo comparten el ministerio como aquello que es lo que tienen en común. Pareciera que es el "pegamento" que los une pero, si en algún punto alguna de estas personas cambiara de ministerio, entonces se pierde la relación.
Esto es algo que sucede a menudo y es consecuencia de compartir ministerio pero no vida.
Al compartir la vida, hablamos de ir más allá de las metas, sino que somos cercanos porque Jesús nos ha llamado a ser amigos, y aún más que eso: "hermanos".
Así que, hágamos te esta verdad una cultura en nuestros equipos.
