A&R cristiano: servir con estrategia

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A&R cristiano: servir con estrategia

A&R cristiano: servir con estrategia

Por Lian Duarte

Cuando hablo con líderes, músicos o artistas emergentes dentro del ámbito cristiano, todavía es común que no sepan exactamente qué hace un A&R. Algunos lo confunden con un productor. Otros piensan que es simplemente un “cazatalentos”. Y aunque no están del todo equivocados, este rol va mucho más allá de descubrir canciones o firmar artistas.

Lo interesante es que, aunque el rol de A&R es muy valorado y establecido en la industria musical secular —donde históricamente ha sido clave en el desarrollo de grandes carreras—, en la música cristiana en español sigue siendo un puesto relativamente nuevo. Recuerdo la primera vez que me sugirieron ejercer esta función, tuve que sentarme a investigar qué implicaba realmente. Descubrí que el A&R es el puente entre el arte, el propósito y la industria. Es quien acompaña procesos, quien escucha con atención lo que otros podrían pasar por alto. Quien no solo percibe el talento, sino también el momento. Quien ayuda a formar no solo un sonido, sino una identidad con fundamento.

Cuando comencé a trabajar como A&R en Heaven Music, lo hice con una misión clara: contribuir a que el mensaje de Cristo llegue con excelencia a través de la música. No se trata solamente de lanzar canciones, sino de formar artistas con visión, identidad y dirección.

Porque, seamos honestos, en una industria donde muchos buscan “el hit”, la fidelidad al llamado puede perderse entre métricas, playlists y likes. Ahí es donde este rol se vuelve clave: no para imponer una fórmula, sino para recordar al artista quién es y para qué fue enviado.

Y aunque en contextos seculares el A&R es un rol técnico y creativo, cuando hablamos de un A&R cristiano, podríamos decir que también se vuelve un trabajo casi pastoral: uno que se hace caminando con el artista, acompañando su proceso creativo, emocional y espiritual. Claro que el trabajo no se queda ahí. También requiere planificación, análisis y decisiones tácticas. ¿Qué productor lo ayudará a encontrar su sonido? ¿Qué compositores lo acompañarán en este proyecto? ¿Qué dirección visual sostiene su propuesta? Es un cruce constante entre lo espiritual, lo profesional y lo estratégico.

Hace años atrás, cuando iniciaba mi carrera y enfrentaba una etapa de frustración en los proyectos que lideraba, Dios me llevó a Proverbios 16:1–3: “Podemos hacer nuestros propios planes, pero la respuesta correcta viene del Señor…”

Ese versículo redefinió mi enfoque. Estaba formado con mi licenciatura en marketing, habituado a los KPIs, a medir retornos y optimizar recursos. Pero entendí que ninguna estrategia es suficiente si Dios no está presente en el proceso. Desde entonces, mi manera de ejercer esta profesión cambió. Hoy sé que ser A&R también es una forma de servir al cuerpo de Cristo, de facilitar caminos para que otros puedan cumplir su propósito con claridad.

Uno de los mayores privilegios de mi carrera ha sido acompañar el desarrollo de Sarai Rivera, desde recibir un demo como artista emergente hasta alcanzar dos nominaciones a los Dove Awards y millones de oyentes en sus plataformas digitales. Pero más allá del impacto, lo valioso ha sido verla mantenerse firme en su esencia, aún al cruzar fronteras musicales, culturales e idiomáticas.

También he tenido la oportunidad de trabajar con artistas y bandas como Factor de Cambio, Kike Pavón, Marcos Vidal, Rojo, La Feria, Ale Fdz, entre otros. En todos esos proyectos, la creatividad y la fe van de la mano con excelencia, estrategia y visión.

Hoy más que nunca, creo que el rol del A&R cristiano es más que necesario. Somos esos obreros que no siempre aparecen visibles, pero que ayudan a levantar estructuras y puentes que otros cruzarán. Organizamos, acompañamos, orientamos… pero por encima de todo, escuchamos. Escuchamos al artista, a su entorno, y buscamos también estar atentos a la dirección de Dios.

Si estás comenzando tu camino como artista cristiano, o si lideras a otros en este terreno, quiero animarte a que no te distraigas con la urgencia del éxito visible. No te compares. No copies. Encuentra tu camino, pero sobre todo, encuentra tu propósito.

Y cuando llegue el momento de compartir tu mensaje con el mundo, recuerda: hay quienes están llamados a ayudarte a hacerlo con claridad, autenticidad y visión. Ese, justamente, es el corazón del trabajo de un A&R.